Imagina que dentro de 10 años pudieras leer una carta escrita por ti mismo para ti mismo cuando tenías la edad que tienes ahora. En ella seguramente reflejarías tus deseos, tus sueños, tus anhelos de futuro. Una carta personal, interior, llena de dudas o certezas ¿Te habrás casado con alguien? ¿tendrás hijos? ¿y un trabajo? ¿habrás podido estudiar lo que querías? ¿se te habrán olvidado ya los sueños de juventud? ¿habrás comprendido lamentablemente que no merece la pena luchar por una idea o por un sueño y habrás decidido, otra vez lamentablemente, abandonar? Escríbete esta carta y dentro de 10 años vuelve para leerla. Pon en ella todo lo que desees. Nadie la va a leer a excepción de la maestra, pero luego la cerrará hasta dentro de diez años que vengáis a buscarla.
Ha de tener formato de carta: fecha, saludo, firma... Y ha de estar dentro de un sobre.
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